El aporte de cada persona que ha extendido una mano amiga para hacer posible el proyecto central de la Asociación de Amigos del Hogar Nazareth es apreciado profundamente. Un valioso entramado de corazones abiertos y dispuestos a darse a los demás ha hecho posible que el Colegio Hogar Nazareth se sostenga y construya un ambiente cada vez mejor adaptado a las necesidades de quienes conviven en ese espacio.

“Cuando pienso en agradecer a alguien esta bondad, me doy cuenta de que ese abrir el corazón va más allá de las cantidades o lo que eso aporte: es el hecho de querer estar para los demás. Indudablemente, quienes donan ni siquiera esperan un agradecimiento a cambio, sino que sencillamente el servir a otros es parte de su vida. Sin embargo, quisiera agradecer a todos los colaboradores, porque sin pedir hemos recibido ayudas generosas de corazones grandes para el hogar, para nuestros hijos, para los maestros, para las personas de servicio. Esta es su forma de pertenecer a esta familia del Hogar Nazaret, un proyecto maravilloso”, expresa Linda de Yurrita, madre de familia y tesorera de la asociación.